¡Hola!

El libro que os traigo hoy no era el siguiente en mi lista (porque sí, me voy haciendo una lista para mantener cierto orden, que luego pasa lo que pasa). Pero ¡hoy es el día de la mujer! Y necesitaba un libro a la altura y el que me tocaba no me gustó mucho, precisamente... Así que como este es mi blog y no hay nadie que se vaya a quejar, os traigo la reseña de Ojos azules, de Toni Morrison; publicada por Debolsillo.

Uno de los motivos (algún día debería hacer una lista...) por los que no suelo leer el resumen de un libro antes de empezarlo es porque sé que, de hacerlo, me perdería grandes libros. Y este sería uno de ellos.

Desde la visión de unas niñas de ¿10-11 años? se describe un año. Un año lleno de acontecimientos que, desde su punto de vista, impactan (en parte) porque sabes que a ellas no les resulta extraño. Contrasta su forma de reaccionar con la importancia que tú le das a las cosas. Y, entre medias de esas escenas, el trasfondo de algunos de los actores que tienen papel en la tragedia.

Es un visión distinta, cruda y sin adornos, pero a la vez con una lente distinta por la edad de quienes narran. Por la ausencia de voz de quien da nombre a la novela. Por los interrogantes que tú conoces pero ellas no.

Y, a la vez, es una búsqueda de identidad que cada uno de los personajes resuelve con un sálvese quien pueda que consigue dejar un poco más huérfanos a quienes vienen detrás.

En definitiva, para mí ha sido un libro desgarrador y desvelador a partes iguales. Lo recomendaría totalmente.

¿Conoces algo más de la autora?

Sinopsis

Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura 1993, parte de la realidad de una chiquilla desgraciada para tratar temas como el concepto de belleza impuesto, la voz femenina o la infancia truncada, y lo consigue con una historia dura y deliciosa al mismo tiempo.
Pecola es una niña pequeña que vive con sus padres y tiene una prima que se llama Claudia. Le gustan las muñecas y las caléndulas, que no le gustan a nadie excepto a ella. Pecola es negra y cree que es fea porque no se parece a Shirley Temple. Y tiene un truco para desaparecer cuando sus padres se pelean o su padre la molesta por las noches: piensa que tiene unos preciosos ojos azules, que todo el mundo admira su belleza y que las otras niñas la envidian. Pero ese sueño nunca se convertirá en realidad y Pecola seguirá atrapada en la triste vida que le ha tocado en suerte.