¡Hola!

Creo que no era mi momento adecuado para leer esta historia. Venía de una serie de libros densos y me apetecía algo ligero y la romántica de esta época suele serlo, así que este, que llevaba un tiempo cogiendo polvo en mi ebook, fue el escogido. Pero, igual porque a principios de mes me di una panzada de este estilo o porque no he acabado de conectar... no me ha convencido.

Aun así, os dejo por aquí la reseña de Un canalla siempre es un canalla, de Sarah MacLean; publicado por Versátil Romántica.

Ojo, no es mala novela. Sus partes funcionan. El tipo que lo pierde todo y se obsesiona en la venganza. El matrimonio por motivos equivocados pero que tiene la posibilidad de ir a más. Los amigos. La solterona que quiere más, que está harta de perfección y quiere aventura. Las obligaciones familiares. Los malentendidos. El escándalo. Los pequeños pasos... Son piezas que he visto una y otra vez, mejor o peor colocadas, a lo largo de mis lecturas. Y aquí no están mal usadas. Pero, sencillamente, esta vez no me convencieron.

Dos puntos que han ayudado ha sido la traducción (o edición, no sé cómo llamarlo. ¿O igual era así el original?): tiempos verbales raros, sujetos por todas partes... Y, en muchas escenas (sobre todo diálogos), un lenguaje poco natural. Y Penélope. Al principio me gustaba, pero su evolución se me ha hecho muy escalonada y sin nada que desencadene esos cambios. En ese aspecto, Bourne me ha convencido mucho más. Se ven los puntos que le sirven de inflexión y cómo una vez toma una decisión intenta llevarla a cabo.

Deja algunas cosas en el aire, pero siendo cuatro libros (la tetralogía Reglas de los canallas), me da que en ellos se solucionarán. En cuanto a si llegaré a leerlos o no... el tiempo dirá 😅

¿Lo conocéis? ¿Alguna vez habéis leído un libro que os deja con la sensación de que en otro momento podría haberos gustado?

Sinopsis

Lo que un canalla quiere, lo consigue.

Diez años atrás, el marqués de Bourne fue expulsado de la sociedad sin nada más que su título. Ahora, propietario del club de juego más exclusivo de Londres, el frío y cruel Bourne está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su herencia. Incluso casarse con la perfecta lady Penelope Marbury.

Un copromiso roto y años sufriendo decepcionantes cortejos, han provocado que Penelope pierda cualquier clase de interés en un matrimonio convencional y tranquilo, quiere algo más. Sin duda es una suerte que su recién estrenado marido esté en disposición de mostrarle un nuevo mundo de placer. Es posible que Bourne sea el príncipe de la decadencia en los bajos fondos londinenses, pero se ha jurado a sí mismo que mantendrá a Penelope al margen de toda aquella perversidad. Algo que va a suponer todo un reto cuando ella descubra el deseo y se atreva a apostarlo todo por él, incluso su corazón.