Hijos del destino
¡Hola!
Tengo que agradecer a la editorial que me mandara el ebook para reseñarlo, pero también tengo que reconocer que no es la primera vez que lo leo. Conocí esta historia cuando estaba colgada en internet y tenías que esperar una semana (o lo que fuera) a que subiera un poquito más pero, a cambio, podías dejarle un comentario a la autora lanzando teorías o chillando o lo que se te ocurriera. ¡Así que podéis imaginar mi alegría cuando leí que se publicaba! He podido volver a coincidir con Ziven, con Azura y con Alma. Reírme con Shin y llevarme las manos a la cabeza con Stern. Quizá por eso recuerdo tantos nombres de pjs de la novela: a Coti y Georgia, a Roberto, a los Daniken ¡y hasta a Auslander! (Que suena extraño, pero para mi memoria es todo un logro).
Hoy, con gran alegría, os traigo la reseña de Hijos del destino, de Anna Roldós; publicada por ediciones Hati.
El libro está dividido en tres partes. Lo que, para mí, es un auténtico acierto.
En la primera, lees a Ziven en primera persona. Te introduce en este mundo y te llevas las manos a la cabeza porque si al chico le das cinco minutos, te explica por qué el cambio climático es culpa suya en exclusiva. De verdad de la buena. No hay cosa de la que no consiga sentirse culpable. Pero se le coge cariño y ves cómo se va ampliando su mundo y creciendo y es bonito.
En la segunda, conoces a Azura en tercera persona. A veces cambia el narrador (Shin y Stern, que recuerde), pero, sobre todo, es ella. Y, teniendo ya la base del mundo porque la has entendido con Ziven, ves complejidades en las que no habrías pensado. A fin de cuentas, Ziv ha vivido hasta el momento como un ate (sin telepatía), mientras que Azura ha estado metida en el activismo para lograr derechos de los blancos (telépatas) desde que tiene memoria. También se ve más la cara del activismo vs. terrorismo; las repercusiones de la telepatía en la política del Gobierno Mundial y cómo la legislación influye en el día a día de los telépatas. Le da una vuelta de tuerca a la vez que quieres adoptarlos a todos.
En la tercera, se van alternando los puntos de vista. Y parece que se resuelven cosas que venían en el aire, pero también deja muchas abiertas para la segunda parte. Se ven problemas serios de comunicación (de verdad, ya te vale, Stern) y que tener un móvil ultra avanzado no sirve de nada si no tienes en contactos tres que os habrían venido de perlas, ¡si es que...!
He disfrutado un montón de reencontrarme con ellos y espero poder leer pronto la segunda parte (porque sí, como poco hay segunda parte), cuyo nombre no mencionaré por si deciden cambiarlo pero, si no lo hacen, es toda una declaración de intenciones.
¿Has leído alguna novela que siguieras en Internet, una vez publicada?
P.D.: Mención especial a que hay varios personajes que usan el femenino genérico y alguno que usa el plural en e. Si bien es algo que al principio me chocó un poquito (la e, al femenino genérico estoy más acostumbrada), no dejó de parecerme bonito.
Sinopsis
Año 2824. La colonización del planeta Marte trajo consigo la aparición del gen de la telepatía, una mutación que otorga el sexto sentido a una parte de la humanidad. Pero la convivencia de ambos grupos es frágil.
Ziven está a punto de cumplir los 17. Aunque es telépata, ha vivido toda su vida escondido su sexto sentido, hasta que lo descubren y lo envían a la escuela para telépatas Lucius Evans. Pero el caso de Ziven no solo rompe su vida, sino también el delicado equilibrio entre los que poseen el sexto sentido y los que no: el Gobierno Mundial propone una reforma de la Ley Global de la Telepatía que reduciría aún más las libertades telépatas.
Como en un tablero de ajedrez, las piezas empiezan a moverse. Entre ellas, Voice, una joven telépata qué vive en las sombras y viajará de Marte a la Tierra para enfrentarse a su pasado y buscar un futuro para los que son como ella.



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