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Libros y Stitch

Sobre un fondo azul claro, hay varias tiras gruesas verticales; de izquierda a derecha: rosa, naranaja, amarillo, amarillo más pálido, verde claro, azul, azul más oscuro. Sobre las tiras, en aparente desorden, pequeños cuadrados de madera. Y, por encima, centradas, con un número pequeñito abajo a la derecha, como si fueran fichas del Scrabble, separadas entre sí, las fichas (como si a varios de los cuadrados de madera del fondo les hubieran dado la vuelta) que forman la palabra PRIDE (P3, R1, I1, D2, E1, con los números).

¡Hola!

Junio es un mes precioso. Marca el comienzo del verano y el fin de la primavera. Tenemos el solsticio y san Juan. Acaban las clases y comienzan las piscinas. Además, para muchos, ¡terminan las alergias! Y, para acabar de redondearlo, es el mes del orgullo. Por eso, en el Bibliathon se puso de premisa, este mes, leer libros con personajes queer. Un punto por libro; dos si no implica salida del armario.

Esto para mí supuso un problema. No leer a personajes lgtb (el amor es amor y a mí me encanta la romántica; y si aparece de subtrama o como mención, pues bienvenida sea la diversidad), sino porque si no suelo ser consciente de qué va a ir un libro antes de empezarlo, ¿cómo podía leer libros que seguro que tuvieran este tipo de personajes?

Por suerte, la gran ventaja de este mes es que muchas personas hicieron recomendaciones de este tipo de lecturas en instagram y distintas plataformas, así que fue más fácil de lo que parecía. Además, siempre hay autores que sabes que los van a incluir y cualquier excusa es buena para leerles.

Así que os traigo mi recopilación del mes:




  • Del amor y otras pandemias, de Myriam M. Lejardi. Una delicia que he disfrutado un montón.
  • Rainbow Boys, de Alex Sanchez. Se nota que es de hace tiempo y es básicamente salidas del armario.
  • Una furia de alas negras, de Alex London. Una sorpresa muy agradable y llena de pájaros.
  • Tomates verdes fritos, de Fannie Flagg. Este libro me ha conquistado.
  • Las horas, de Michael Cunningham. No sabía qué esperar, pero el ambiente me conquistó y su película también.
  • Te traeré a casa, de Raquel Arbeteta García. Orfeo y Eurídice pero con sentido y futurista y dos chicas de protagonistas.
  • Yo, Simon, homo sapiens, de Becky Albertalli. Un abrazo muy grande lleno de ganas de hacer las cosas bien.
  • Los siete maridos de Evelyn Hugo, de Taylor Jenkins Reid. Este libro me ha cabreado profundamente, pero está bien escrito y se lee antes de que te des cuenta.
  • Años de Mercurio, de Laura Arenas Manzanares.Quiero adoptarlos a todos muy fuerte.

Además, fuera de ese reto, me he terminado los ochos libros de Ana la de las Tejas Verdes (de L. M. Montgomery) y Las lágrimas de los dioses (de Kate Lynnon); aparte de algunos relatos cortos.

¿En qué libros te has sumergido este mes?

P. D.: la imagen es de pixabay.

Stitch descansando sobre un cojín con un batido de chocolate en la mano

Sobre una imagen de unas montañas nevadas, con la silueta de un bosque recortada en la zona inferior derecha y un cielo rosáceo con alguna nube blanca, la portada de Una furia de alas negras, de Alex London. La portada tiene un fondo grisáceo, pero se ha vuelto algo transparente, de forma que se intuyen las montañas del fondo. En la zona central hay una especie de grieta vertical negra a través de la cual se ve un cielo estrellado y una luna. En sus bordes, diversas aves, también negras, que salen hacia la región blanca de la portada. Sobre ello, el título, en mayúsculas blancas. En la zona inferior, en mayúsculas azules algo más pequeñas, el autor. Arriba del todo dice que es el primer tomo de la saga Ligados al cielo y, en la zona derecha superior, aparece la opinión de Adam Silvera. En la zona derecha inferior de la imagen general, el contorno de un panda rojo, a modo de sello.Sobre las mismas montañas nevadas y su bosque, la ficha técnica. Título: Una furia de alas negras. Autor: Alex London. Editorial: Puck. Año: 2019. Traducción: Julieta María Gorlero. Original: Black Wings Beating (2018). Etiquetas: aves, peleas, destino, poder, hermanos. Debajo, centrado, el sello del panda rojo.

¡Hola!

Alex London es uno de esos autores que tenía en la lista de "si lo encuentras, píllalo" desde que lo vi mencionado en Twitter y, como me sonaba que lo había visto relacionado con literatura lgtb y junio es el mes lgtb, pues era perfecto. Vi Una furia de alas negras, publicado por Puck, y lo cogí.

Llevaba poco cuando me dio la sensación de que aquí se estaba tramando algo gordo y que tanto escenario parecía augurar una saga. Así que lo miré y, efectivamente, es una trilogía. Aunque, por lo que he visto, no hay más en español. Lo que, sinceramente, me parece una pena.

La ambientación me parece muy bien pensada y planteada. Desde los saludos a los ritos, a los choques entre creencias y a cómo es la arena y otras costumbres. Me parece un enfoque muy interesante y que da mucha riqueza que el autor sabe aprovechar.

El detalle que da comienzo a todo me parece un poco traído por los pelos, pero es lo que me suelen parecer casi todos los ""descubrimientos"" de secretos que llevan toda la vida guardados, así que no me lo tengáis en cuenta.

El narrador va cambiando el punto de vista, para que puedas entenderles. Porque la comunicación entre ellos brilla por su ausencia y cada cual tiene ideas de lo más extravagantes. Pero, qué le vamos a hacer, se les cojo cariño por tontos que sean y locuras que se les ocurra.

A ver si hay suerte y está pronto el resto disponible, que me da mucha pereza buscarlos en inglés, con tanto término rapaz de por medio.

¿Qué ambientación te ha sorprendido muy gratamente?


Sinopsis

Se alzarán juntos o caerán solos.
El pueblo de Uztar ha mirado el cielo con asombro y esperanza desde tiempos remotos. Nada en su mundo es más venerado que las aves rapaces y nadie es más respetado que los cetreros que las llevan en el puño.
Brysen se esfuerza por ser un gran cetrero, mientras que su hermana melliza, Kylee, posee dones ancestrales pero quiere librarse para siempre de la cetrería. Ya casi lo ha logrado, pero una guerra se aproxima a Seis Aldeas, con un ejército rebelde que no deja nada a su paso, excepto sangre y el cielo vacío. No habrá cetrero ni ave a salvo de esta invasión.
Juntos, los mellizos deben emprender una expedición a las traicioneras montañas, para atrapar a la casi mítica águila fantasma, asesina solitaria y el ave rapaz uztari más temida de todas. Cada uno va por sus propias razones: Brysen, por el chico que ama y la gloria que tanto anhela; Kyle, para reparar el pasado y proteger el futuro de su hermano. Pero ambos son perseguidos por aquellos que solo buscan una cosa: poder.

Una composición formada por la postal de las protagonistas que daban en la preventa en la parte superior y la cubierta completa, sin letras, en la zona inferior. La postal consta de dos chicas, una pelirroja de pelo corto con una sudadera azul de puños amarillos y un pantalón negro con detalles amarillos, que tiene los brazos en el cuello de una morena de pelo largo y sudadera morada, a la que está besando. La morena está recostada sobre una moto. De fondo, una pared rosa con algún detalle más oscuro y un bocadillo de bordes puntiagudos en donde se lee Smooch (con corazones en el hueco de las oes). En la zona superior izquierda, el título del libro en mayúsculas. En la parte inferior se ve a las mismas chicas. El fondo lo componen figuras rectangulares en tonos rosas, morados y azules que pueden recordar a una ciudad o a un fondo virtual. La pelirroja está sobre la moto, tendiendo la mano hacia la morena, que se va pero mira hacia atrás, mirando a la pelirrroja. Entre ambas imágenes, el contorno de un panda rojo a modo de sello

La portada de Te traeré a casa, de Raquel Arbeteta. Es una parte de la imagen inferior de las dos anteriores. Alcanza a verse parte del pelo de la pelirroja y las manos que casi se tocan de las dos; al estar más cerca, también se aprecia mejor la cara de la morena. En la zona inferior, el sello de la editorial Dorna (un barquito). En la zona derecha, el sello del panda rojo. Sobre la otra mitad de la cubierta (la pelirroja sobre la moto; alcanza a verse las manos de ambas), la ficha técnica: Título: Te traeré a casa. Autora: Raquel Arbeteta. Editorial: Dorna. Año: 2021. Ilustradora: @Eicinic. Etiquetas: retelling, sci-fi, música, romántica. El sello del panda rojo está sobre la rodilla de la pelirroja.

¡Hola!

El mito de Orfeo y Eurídice ha sido siempre uno de mis menos favoritos; básicamente, porque no lo entiendo. La mayoría de mitos tienen una moraleja, una enseñanza, un sentido. Pero este, ¿qué? ¿Que da igual lo mucho que te importe una persona, tienes que seguir las reglas? ¿Que los tratos tienes que cumplirlos hasta el final? ¿Y qué le habría costado, vamos a ver? El caso, que nunca me ha convencido.

¿Y qué hago yo aquí, con Te traeré a casa, de Raquel Arbeteta; publicada por Dorna? Pues que una amiga me dijo: ten, te lo presto; te lo ventilas en menos de dos horas y es un libro majo. Así que yo me encogí de hombros y, una tarde, me lo leí. Una tarde porque me llevó menos de dos horas. Y, sí, efectivamente, es un libro majo.

Le da un transfondo y una profundidad, tanto a los personajes como a la ambientación. Me ha sorprendido cómo ha dado un toque tan moderno (futurista) a un mito clásico. Cómo dentro de esa realidad queda todo ordenado y tiene sentido. Me ha parecido un acierto la alternancia de las dos líneas temporales, y el equilibrio entre ambas es una maravilla. La forma en que una queda con la palabra en la boca para dar paso a la siguiente, el mantener las dos en grados de tensión similares, que las dos atrapen de forma parecida y que no tengas esa sensación que aparece a veces cuando hay varias líneas de "jo, ya hemos vuelto a esta y a mí la que me gusta es la otra..."

En resumen: sí, es una historia maja con la que pasar la tarde. Y es un retelling de un mito clásico. Pero también es una vuelta de tuerca más con un tono que, como he leído en algún sitio, es de lo más musical y apropiado para el contexto.

Hay alguna duda con la que me he quedado, pero en general es una historia bonita y bien cerrada. Y la fuerza que tienen las imágenes me parece bestial.

¿A ti también te da la impresión de que se están publicando más retellings que nunca, o soy solo yo?

EDITADO: la autora (que parece la mar de maja, la verdad), me respondió por instagram. Resulta que el mito sí tiene sentido (quién lo diría, ¿eh?): cumplir los tratos hasta el final, no perder la fe cuando estás cerca de conseguir tu objetivo, hacer caso a los dioses, que paso a paso puedes conseguir cualquier meta...


Sinopsis

Dikê está muerta. Murió el día de su boda.
Es lo único que sabe Lyra, de lo único que canta cada noche en el Ragweed. Al menos, hasta que uno de los Doce le dice la verdad:
Dikê está viva. Se la llevaron a Inferno.
Así que allí irá, a recuperarla. Más allá de las mentiras y amenazas de la mafia de los Doce, más allá de las sucias calles de la capital, más allá del C.A.N., más allá de la muerte. Armada con una guitarra y el recuerdo del oro en los labios de su esposa, Lyra compone una nueva canción:
Dikê está viva.
Y la traerá a casa.

La portada de Del amor y otras pandemias, de Myriam M. Lejardi; publicada por RBA. En la parte de arriba hay un chico, de pelo rubio casi platino y ojos azules, que lleva una camiseta blanca de mangas rojas y unos pantalones azules y blancos a cuadros, como si fueran de pijama. Tiene la cabeza apoyada en un cojín azul turquesa y está tumbado sobre una sábana color salmón, de forma que ocupa el ancho de la portada, con la cabeza a la derecha y las piernas saliendo por la izquierda, mirando a la chica de la parte inferior de la portada. Ella tiene el pelo malva y los ojos oscuros. Lleva una camiseta de tirante fino color turquesa con unas letras blancas, deja el ombligo al descubierto. Sus pantalones, negros, tienen dibujadas constelaciones. En la mano derecha, apoyada en su cadera, tiene un libro abierto. Mira al chico. Los dos son pálidos, pero ella tiene la piel algo más clara. Apoya la cabeza en una almohada color salmón claro y de cintura para abajo, está sobre una sábana turquesa clara que se pierde por la derecha. En cierta manera, recuerdan un poco a la forma del yin y el yang. Entre ellos, el título (con un corazón dentro de la o de amor) en azul y, en pequeño y negro, el nombre de la autora. Hay una mascarilla en la zona derecha y un bote de gel hidroalcohólico en la izquierda. Centrado, abajo, la editorial. Como fondo a la portada, que está centrada y ocupando todo el alto, un degradado que va de morado (derecha) a turquesa (izquierda), a la inversa que la portada. No es un fondo liso, sino formado por triángulos que le dan profundidad, como si se tratara de un papel arrugado, y contribuyen al degradado. A modo de sello, en la zona inferior derecha, el contorno de un panda rojo.Con el mismo fondo del degradado, que ahora se aprecia mejor, y el sello del panda rojo, que ahora está algo más arriba, la ficha técnica. Título: Del amor y otras pandeimas. Autora: Myriam M. Lejardi. Editorial: RBA. Año: 2020. Ilustradora: Yolanda Paños Romero. Etiquetas: romance, convivencia, cuarentena, clichés bien llevados, humor.

¡Hola!

Este libro salió más o menos cuando yo empecé por Instagram y lo veía por todas partes. El otro día, mirando el catálogo de ebiblio, a ver qué me llamaba la atención, decidí probar, a ver si se me iba un poco la desgana. ¡Y menudo acierto!

Así que hoy vengo a hablaros de Del amor y otras pandemias, de Myriam M. Lejardi; publicado por RBA.

Reconozco que cuando empecé, estaba algo perdida. Porque la primera narradora luego parecía ser secundaria y me chocó. Pero no tardé en meterme bien en la historia. ¡Y las ilustraciones son una pasada! Por el formato de ebiblio se veían un poco asá, así que una vez terminé la novela, intenté ver las primeras páginas en la web de RBA, pero las que aparecían como primeros capítulos parecen ser de la segunda parte !!!! Lo cual es bueno (¡hay segunda parte!) y malo (me quedo sin hacerme una idea de las imágenes como quería). Aun así, me permitió hacerme una idea general y son la mar de chulas.

Tengo que reconocer que la historia no tiene nada que la haga realmente especial, dentro de la juvenil romántica actual (de las decentes, claro); pero a mí me pilló en el momento adecuado y me encantó. No podía dejar de leerla. Dentro de estar narrada en primera persona de una forma que te hace entenderles muy bien, tiene un tono desenfadado. Y puede estar llena de clichés por todas partes, pero qué bien llevados, por favor.

Los protagonistas son de lo más dispares, pero no tienes problemas en seguirles. Hay varios secundarios, pero con la suficiente presencia como para que te queden claros. La pandemia aparece como escenario y condiciona un par de cosas, pero nada traumático. Hay alguna escena cogida por los pelos, pero en general está bien hilado y con un toque de humor que hace que te lo ventiles de un plumazo.

¿Qué novela ha sido tu gran sorpresa?

EDITADO: La autora me respondió por instagram (muy maja ella) y me dijo que el trocito que leí en la web no era de una segunda parte, si no un fragmento extra que regalaban por el día del libro. Lo cual es bien, porque es más de ellos, pero también mal, porque parece que será lo último.


Sinopsis

Bienvenidos al confinamiento de David y Lara: una historia de amor en cien sencillos desastres.

El primer desastre fue una pandemia mundial.
El segundo, un decreto de alerta.
¿El tercero? Que Lara y David deberán compartir piso a pesar de un simple hecho incontestable: se odian profundamente.

A partir de ahí, las catástrofes no dejarán de sucederse, y los gatos nudistas, el yoga acrobático y los sentimientos inoportunos solo serán el principio.

¿El desastre definitivo? David y Lara han olvidado que el amor es el virus más infeccioso y la curva de contagio no para de crecer...

El cuadrado total es una foto de un día gris luminoso, en la que se distinguen, en primer plano y ocupando los dos tercios inferiores, plantas de flores moradas. Sobre la imagen, centrada y sin llegar a ser del todo opaca, porque se intuyen algunas de las plantas en las zonas de color uniforme, la portada de Hijos del destino, de Anna Roldós. Es de un color gris claro, pero sin llegar a blanco. De la parte inferior surge un chico, cortado a la altura de los hombros. No se le ve ropa. Es pálido, está de perfil y con los ojos cerrados y la cabeza echada un poco para atrás. Su pelo es blanco, un poco largo, liso y despeinado. Detrás de él, enmarcando la cabeza, hay un círculo rojo que, por los cambios de tonalidad, puede intuirse que es un planeta. En el plano del chico, por delante del planeta, hay un aro del mismo color pálido con sombras moradas de la piel y pelo del chico, pero que si no fuera porque se ve la parte de atrás, podría pensarse que es un anillo del planeta. Arriba, en letras de toque futurista, el título. Encima, la autora. Centrado, abajo, el sello gris de ediciones Hati.En la zona derecha inferior de la portada, a modo de sello, el contorno de un panda rojo.Sobre el mismo fondo con flores moradas, que ahora se distinguen mejor, y con el mismo sello del panda rojo, la ficha técnica. Título: Hijos del destino (Hijos de la telepatía, 1). Autora: Anna Roldós. Editorial: Hati. Año: 2020. Portada: Orikye. Etiquetas: telepatía, dos bandos, discriminación, aprender, inseguridad, familia.

¡Hola!

Tengo que agradecer a la editorial que me mandara el ebook para reseñarlo, pero también tengo que reconocer que no es la primera vez que lo leo. Conocí esta historia cuando estaba colgada en internet y tenías que esperar una semana (o lo que fuera) a que subiera un poquito más pero, a cambio, podías dejarle un comentario a la autora lanzando teorías o chillando o lo que se te ocurriera. ¡Así que podéis imaginar mi alegría cuando leí que se publicaba! He podido volver a coincidir con Ziven, con Azura y con Alma. Reírme con Shin y llevarme las manos a la cabeza con Stern. Quizá por eso recuerdo tantos nombres de pjs de la novela: a Coti y Georgia, a Roberto, a los Daniken ¡y hasta a Auslander! (Que suena extraño, pero para mi memoria es todo un logro).

Hoy, con gran alegría, os traigo la reseña de Hijos del destino, de Anna Roldós; publicada por ediciones Hati.

El libro está dividido en tres partes. Lo que, para mí, es un auténtico acierto.

En la primera, lees a Ziven en primera persona. Te introduce en este mundo y te llevas las manos a la cabeza porque si al chico le das cinco minutos, te explica por qué el cambio climático es culpa suya en exclusiva. De verdad de la buena. No hay cosa de la que no consiga sentirse culpable. Pero se le coge cariño y ves cómo se va ampliando su mundo y creciendo y es bonito.

En la segunda, conoces a Azura en tercera persona. A veces cambia el narrador (Shin y Stern, que recuerde), pero, sobre todo, es ella. Y, teniendo ya la base del mundo porque la has entendido con Ziven, ves complejidades en las que no habrías pensado. A fin de cuentas, Ziv ha vivido hasta el momento como un ate (sin telepatía), mientras que Azura ha estado metida en el activismo para lograr derechos de los blancos (telépatas) desde que tiene memoria. También se ve más la cara del activismo vs. terrorismo; las repercusiones de la telepatía en la política del Gobierno Mundial y cómo la legislación influye en el día a día de los telépatas. Le da una vuelta de tuerca a la vez que quieres adoptarlos a todos.

En la tercera, se van alternando los puntos de vista. Y parece que se resuelven cosas que venían en el aire, pero también deja muchas abiertas para la segunda parte. Se ven problemas serios de comunicación (de verdad, ya te vale, Stern) y que tener un móvil ultra avanzado no sirve de nada si no tienes en contactos tres que os habrían venido de perlas, ¡si es que...!

He disfrutado un montón de reencontrarme con ellos y espero poder leer pronto la segunda parte (porque sí, como poco hay segunda parte), cuyo nombre no mencionaré por si deciden cambiarlo pero, si no lo hacen, es toda una declaración de intenciones.

¿Has leído alguna novela que siguieras en Internet, una vez publicada?

P.D.: Mención especial a que hay varios personajes que usan el femenino genérico y alguno que usa el plural en e. Si bien es algo que al principio me chocó un poquito (la e, al femenino genérico estoy más acostumbrada), no dejó de parecerme bonito.


Sinopsis

Año 2824. La colonización del planeta Marte trajo consigo la aparición del gen de la telepatía, una mutación que otorga el sexto sentido a una parte de la humanidad. Pero la convivencia de ambos grupos es frágil.

Ziven está a punto de cumplir los 17. Aunque es telépata, ha vivido toda su vida escondido su sexto sentido, hasta que lo descubren y lo envían a la escuela para telépatas Lucius Evans. Pero el caso de Ziven no solo rompe su vida, sino también el delicado equilibrio entre los que poseen el sexto sentido y los que no: el Gobierno Mundial propone una reforma de la Ley Global de la Telepatía que reduciría aún más las libertades telépatas.

Como en un tablero de ajedrez, las piezas empiezan a moverse. Entre ellas, Voice, una joven telépata qué vive en las sombras y viajará de Marte a la Tierra para enfrentarse a su pasado y buscar un futuro para los que son como ella.


La portada de Las cenizas que quedan, de Andrea Prieto Pérez. Sobre un suelo blanco brillante y mirando a unos edificios que parecen medio en ruinas, rodeados de nubes de polvo (o cenizas, según la historia), bajo un cielo blanco sucio, una persona mira las ruinas. Tiene el pelo corto, una chaqueta ajustada de cuero, pantalones negros y botas altas. Lleva una pistolera en la pierna derecha y sujeta un rifle con esa misma mano. No parece tener brazo izquierdo. Arriba, en mayúsculas negras, el nombre de la autora. A la altura de la parte alta de los edificios, el título, en letras marrones con degradados al gris, como si las hubiera consumido el fuego. Abajo, a la derecha, el sello Escarlata Fantasy. Como fondo a la portada, una pared agrietada, o bien podría ser un suelo. Tiene color ocre, más claro en la parte superior y más oscuro en la inferior, como si hubiera menos luz, y las grietas parecen deberse a la falta de agua. En la zona inferior derecha, a modo de sello, el contorno de un panda rojo.Sobre el mismo fondo ocre agrietado y con el mismo sello del panda rojo, la ficha técnica. Título: Las cenizas que quedan. Autora: Andrea Prieto Pérez. Editorial: Escarlata. Año: 2016. Etiquetas: distopía, road trip, relaciones, magia, poder, supervivencia

¡Hola!

Este fue uno de los libros que leí en su día, porque me prestó un amigo, y que luego compré cuando la editorial cerró. Y ¿por qué han pasado meses entre la reseña de uno y otro?, os preguntaréis. Porque le pedí a la autora si podía firmármelo y el correo da muchas vueltas y, una vez llegó, la cola de pendientes era larga. Pero por fin saqué un ratito y he podido volver a disfrutarlo de nuevo, centrarme en los pequeños detalles y ver más guiños, ahora que sabía más de la historia.

Así que hoy os lo traigo, Las cenizas que quedan, de Andrea Prieto Pérez; publicada por Escarlata.

Algo que me fascina de este libro es el ritmo. Cómo todo marcha al paso perfecto para plantear y resolver dudas, para mostrarte la ambientación y los personajes, para verles crecer y evolucionar, para entenderles sin que sea una sobrecarga de información. El equilibrio está perfectamente conseguido.

Y los personajes se lo merecen, porque menudos son. Los protagonistas forman un dúo que son dos caras distintas en un mundo distópico arrasado por el fuego. Pero también está su pasado. Y los acompañantes que tienen por el camino. Porque, al menos para mí, esta es una historia de personajes. De conocer más a Aline y a Weiss, ver qué les une y qué les llevó a donde están ahora. De ver a quiénes se encuentran en su viaje y entender facetas del mundo en el que viven.

No es una novela de batallas épicas; de hecho, la mayoría de las reseñas que he visto tienden a compararla con un road trip, y su parte de razón tienen. El dilema bien/mal está presente, pero no como te esperabas. Y el final... Si el final previo al epílogo te deja boca abierta, el epílogo ya ni te cuento.

¿Qué libro te han prestado y has terminado comprándote?


Sinopsis

Hace cientos de años, la congregación espúrea ascendió al poder. Obtenía su magia de las cenizas y su ambición fue tal que, finalmente, abrasó el mundo. Después de los grandes incendios y de los cataclismos ocasionados por aquel desastre, los supervivientes se escondieron en lo poco que se mantuvo en pie.

Aline lleva encerrada en los últimos vestigios de la civilización desde que perdió la última de sus batallas como capitana del ejército. Dejó la lucha por la política y pasó a formar parte del consejo, una institución que trata de impedir que los suyos sucumban a un mundo reducido al polvo.

Con la llegada de Weiss, un antiguo compañero de la milicia, Aline recibe un mensaje póstumo de su tío: unas coordenadas que esconden un secreto que bien podría salvar lo que queda o, por el contrario, destruirlo todo. Aline no tendrá más remedio que emprender un viaje lleno de peligros con la persona que había decidido dejar atrás, y cruzar un territorio dominado por las mortíferas tribus del fuego.

La portada de Intimidad improvisada, de Máximo Huerta. Tiene una franja roja en el lateral izquierdo (el del lomo) y, en el resto, se ve una escena cotidiana. Es una plaza, con un templete rodeado de un parterre con flores y una pelota. Hay una persona en el templete, pero no se la distingue bien. El lado derecho del templete está tapado por un árbol cubierto por una enredadera, con un pájaro en una de sus ramas. El árbol marca el límite derecho de la portada. Llegando al árbol se encuentran dos señoras, ambas con el pelo recogido y actitud de confianza entre ellas, pues llevan la mano en la espalda de la otra. Una lleva un vestido negro de manga larga y una cadena fina parece que dorada, con un bolso grande con tela de lo que parecen flores. La otra lleva camiseta de manga larga verde, metida por dentro de una falda de color granate. Ambas son pálidas. Un poco más atrás y a la izquierda, hay una farola, con dos palomas a su pie. Detrás, un señor de jersey a rayas horizontales verdes y blancas y vaqueros, pasea a su perro, que no le llega a las rodillas, bolsa de papel en mano. A su espalda, del borde de la portada emerge la copa verde de un árbol. En el plano del fondo, en el límite de la plaza, tres edificios seguidos, en escalera. El de la izquierda es el más alto, de fachada blanca y tejado marrón, con cuatro alturas de balcones (más el bajo) y tres de ancho. En la parte inferior tiene un toldo gris y, bajo él, una persona va en bicicleta. Hay varias cajas junto a la puerta. El siguiente tiene la fachada salmón, salvo marcos blancos en los balcones. Son tres pisos de balcones más el bajo, que tiene un toldo a rayas color salmón. Del último apenas se ve nada con el templete, más que el color salmón. El cielo es azul, aunque se ven nubes y un sol en la zona derecha. En la parte de arriba aparece el autor, en negro, y el título, en rojo. Centrado, abajo, el sello de la editorial Espasa. Como fondo a la portada, aunque medio tapado por ella, se ve una taza de café, con lo que parece un señor sentado en su borde, de forma que de sus hombros para abajo está la portada. En la cucharilla, que reposa en el plato, está el contorno de un panda rojo, a modo de sello.El mismo fondo, que sin la portada se ve más claramente la taza blanca de café, con su espumita, apoyada en un plato también blanco, con una cucharita metálica sobre su lateral derecho. Un chico, con vaqueros, zapatos marrones y chaqueta azul, escribe en un portátil que tiene sobre sus rodillas. La cara está cortada, solo se ve la barbilla. Con la forma de la taza, la ficha técnica: Título: intimidad improvisada. Autor: Máximo Huerta. Editorial: Espasa. Año: 2020. Etiquetas: fragmentos, no ficción, cotidiano

¡Hola!

Hubo unos años en que, a primera hora, hacía trasbordo en una de estas paradas que, entre un medio de transporte y otro, se ponían varios repartidores, cada uno con el carrito de periódicos hasta arriba y su sombrilla, para el sol o para la lluvia. Según la época, había entre uno y tres repartidores. Los días más afortunados te daban unas galletas o chicles, se formaban unas colas que te preocupaba perder el enlace. Otros, llegabas demasiado tarde y quedaba el carrito, con apenas dos periódicos encima y ni rastro del repartidor. Eran una cara más entre las habituales de la mañana y, casi siempre, con una sonrisa.

Mi parte preferida de aquellos periódicos era la subjetiva: las cartas al director, las columnas de opinión, los reportajes más libres... Y este libro tiene ese espíritu.

Llegué a él porque una amiga se lo compró, para leer un poco antes de acostarse. La edición era peculiar, con sus hojas de rayas y sus dibujos. Y, al estar dividido en pequeños fragmentos, parecía encajar con lo que buscaba. Yo me lo leí por ella. Y hoy vengo a daros mi opinión sobre él, sobre Intimidad improvisada, de Máximo Huerta; publicado por Espasa.

Es una recopilación de columnas de opinión de Màxim Huerta, organizadas por temática común, lo cual es un acierto y un fallo. Porque hay detalles que parecen repetirse y, claro, igual había meses o años de distancia entre ellos al publicarse en el periódico (o incluso en distintos periódicos), pero los estás leyendo seguidos, y eso le quita cierto encanto. Pero, a la vez, ves evolución y puedes relacionar otros datos, sentimientos, y eso es precioso.

No es un libro que guardar para la eternidad, pero son pequeños fragmentos para evadirte por un rato, sumergirte en esa burbuja de intimidad que crea. Para andar en los pies de otro y preguntarte las cosas desde otra perspectiva. Como un monólogo de un amigo con el que distraerte cuando tienes mucho en mente.

¿Cuál es tu parte preferida de un periódico?


Sinopsis

A lo largo de los últimos años Máximo Huerta ha ido escribiendo casi a diario artículos, greguerías, fogonazos que abordan desde su particular óptica nuestro mundo, lo más palpable de nuestros días. Y lo hace aplicando sus dotes de observador para hablar acerca de nuestras costumbres y manías, nuestros sueños y frustraciones, también de nuestras formas de soportar (o rechazar) las esclavitudes de la vida moderna: el móvil, el gimnasio, las redes, la TV, el control de calorías, los tatuajes…, acercándonos su parecer sobre los grandes temas y los pequeños, que a todos nos (pre)ocupan, nos divierten y nos fastidian.

La portada de Los cien sentidos secretos, de Amy Tan; publicada por DeBols!llo. Sobre un fondo negro, se ve el nombre de la autora, en blanco arriba; la editorial, abajo en blanco y el título, encima de la editorial, en dorado. En el espacio entre la autora y el título, la cara de una chica joven de aspecto oriental, en blanco y negro. Tiene el sello de la colección Best seller. Como fondo a la portada, un paisaje de montañas marrones y grises, con un cielo nublado. A modo de sello, en la zona inferior derecha, el contorno de un panda rojo. Sobre el mismo fondo montañoso y con el mismo sello del panda rojo, la ficha técnica: Título: Los cien sentidos secretos. Autora: Amy Tan. Editorial: DeBolsillo. Año: 2003. Traductor: Albert Solé. Original: The hundred secret senses (1995). Etiquetas: relaciones, ciclos, dos mundos, hermanas

¡Hola!

Una de mis tías me recomendó hace tiempo leer a Amy Tan. A ella le había encantado nivel comprarse de una todos sus libros en español y me apunté el nombre para cuando surgiera. Y el momento llegó. En mi caso, con Los cien sentidos secretos, publicada por DeBolsillo.

Me ha gustado mucho la voz narrativa que elige. Cómo refleja todas las dudas de Olivia y cómo, al estar desde su punto de vista, dudas con ella de qué es real y qué no. Me gusta mucho Kwan. Cómo se enfrenta a lo que se le pone delante, cómo avanza, cómo se explica y se inmiscuye y su mente viaja entre presente y pasado.

Me ha gustado cómo explica la relación entre los tres, Olivia, Kwan y Simon. Aunque contamos solo con un punto de vista, da la sensación de que puedes entenderlos a todos, y eso es precioso. También más doloroso, pero qué le vamos a hacer.

Me ha gustado que las cosas no sean fáciles y bonitas. Que cada uno de los personajes tenga sus fallos y sus arrepentimientos; sus motivaciones y preocupaciones. Que intenten seguir adelante haciéndolo lo mejor que pueden y que no siempre funcione, pero al menos ahí ha quedado.

Esta vez, leí el resumen antes de empezarlo y debo decir que no se ha parecido en casi nada a lo que esperaba. Aun así, tampoco tengo muy claro qué acabo de leer. Como si hubiera acompañado a los personajes por un tiempo y ahora se han ido y no tuviera nada claro qué acabara de pasar ni cómo ni por qué. Es una sensación extraña. También tengo la impresión de que lo olvidaré mañana y que volverá a mi mente de vez en cuando. Sólo tengo claro que buscaré más de la autora.

¿Conoces algún otro libro que alterne varias líneas temporales?


Sinopsis (retocada por mí)

Olivia recuerda cómo conoció a Kwan, su media hermana, abandonada en China cuando el padre de ambas emigró a Estados Unidos.

Kwan es un ser muy especial, con "ojos yin", que le permiten conectarse con fantasmas del pasado, y un carácter extravagante que, desde el principio, cautivó e irritó a Olivia.

Sin embargo, cuando las circunstancias las lleven a viajar a China, al pueblo natal de Kwan, el acceso de Olivia a la comprensión del mundo de su hermana generará imprevisibles consecuencias, tan relevantes como peligrosas.

La portada de Bajo el metal, de Irene Morales. El fondo es negro, apagado. Arriba del todo, en letras de reborde azul que recuerdan a una luz de neón, aparece el nombre de la autora. Debajo, ocupando hasta poco más de la mitad del alto, el título, en letras del mismo azul, pero reborde rojo y rodeado de lo que parecen circuitos electrónicos y kanjis, también en rojo. Más abajo, saliendo de la zona inferior izquierda, el contorno de un brazo que podría ser de una marioneta pero, por el contexto, suponemos de un robot. También está trazado en ese mismo azul. Tiene la mano extendida, como si intentara aferrar a algo que se escapa de la imagen. Debajo de la mano, en un recuadro de línea doble azul y con letras azules, pone: empieza la lucha por el poder. De fondo a esta portada, que está situada en la mitad izquierda del cuadrado que es la imagen, se ve un cielo gris oscuro, con una nube blanca algodonosa. Ascendiendo, inclinada hacia la esquina izquierda superior, se ve un edificio con muchos cristales, también en tonos grises. A modo de sello, en la esquina del edificio con el lateral, el contorno de un panda rojo.Sin la portada, se ve el fondo completo. Lo que parecía un edificio es una torre, que alterna cristal con paneles blancos y asciende hasta que se pierde de vista. El cielo sigue siendo del mismo gris y apenas hay otra nube más que lo aclare. El sello del panda rojo se mantiene en el mismo lugar. Por encima de la imagen, centrada, la ficha técnica: Título: Bajo el metal. Autora: Irene Morales. Editorial: La Galera. Año: 2020. Etiquetas: relaciones, humanos, robots, poder, romance, ciencia ficción.


¡Hola!

Había leído relatos de Irene Morales en lektu, así que cuando vi esta novela decidí arriesgarme con ella. Además, ¡androides! ¡Robots! ¡Mecánicos! ¿Qué podía salir mal? Hoy os traigo Bajo el metal, una novela de Irene Morales publicada por La Galera.

Pues... No sé si han sido las expectativas o que ando de mente dispersa últimamente pero, aunque sé que objetivamente es buena novela y a ratos me sumergía completamente en sus páginas, no dejaba de haber cosas que me sacaban directamente.

Los personajes principales me han encantado. Y, aun así, hay cosas de ellos que me siguen creando dudas y que no entiendo (también de algunos secundarios, pero de esos me lo esperaba más). Los secundarios son muchos y me han hecho añorar una lista que los ordenara y clasificara. Sé que parte de la culpa es mi falta de memoria para los nombres, pero cada vez que aparecía uno, tenía que hacer cábalas mentales para situarlo en el mapa y me preguntaba por qué no construí uno físico desde el principio. Por otra parte, tengo la impresión de que con algún párrafo más dedicado a cada uno o algún capítulo extra para ponernos en algunos antecedentes habría quedado más claro.

Con la ambientación me ha pasado algo parecido. Hay detalles que me han parecido muy chulos (la torre, el sistema de castas, los nombres) y otros que no entiendo (vale, el metal te hace menos "humano", pero ¿alterarte un gen para cambiar el color del pelo también, de verdad?).

Quizá porque con los secundarios estaba algo perdida, el final me ha costado un poco seguirlo. Creo que habría agradecido que el camino de cada uno hubiera quedado algo más reflejado. Viéndolo en retrospectiva sí veo las menciones, pero aunque había cosas que se podían intuir y otras que luego reconoces, me quedo con la sensación de que hubiera agradecido más contenido explícito o quizá alguna explicación más en las últimas páginas.

También tengo la impresión de que, ahora que tengo todo más o menos situado, una segunda lectura probablemente ayudara a terminar de colocarlo todo. A ver el tiempo que saco...

¿Has leído algo de Irene Morales?


EDITADO 17/06: Pues... no sé si lo había olvidado o nunca llegué a saberlo, pero hoy he descubierto Sobre el arte, un mini epílogo/relato corto situado tres años después de que acabe Bajo el metal; disponible en lektu (concretamente: aquí). Y tengo que decir que ha sido un placer volver a ver a los personajes y ver qué ha sido de ellos en ese tiempo. Tiene un toque muy cuco y que hace que lo acabes con muy buenas sensaciones.


Sinopsis

Japón, 2304.

Hotaro e Ichiro son dos mecatrónicos de los bajos fondos de la desértica ciudad de Tokio. Su fama de aceptar cualquier encargo, por truculento o retorcido que sea, lleva a un capo de la mafia a proponerles un nuevo y jugoso trabajo: arreglar y actualizar al último neómano del país, un androide ilegal al que planea subastar entre las altas esferas.

El problema surge cuando Hotaro, encargado de la actualización de Akaashi, el androide, empieza a sospechar que no solo los pujadores están interesados en el robot y que un solo paso en falso podría desencadenar la destrucción (o salvación) de la ciudad.

Es una fotografía en tonos ocre, pero por la luz, no por la cámara. Se ve a una persona, sentada. Lleva una chaqueta verde, una camisa o blusa blanco mate, cerrada con botones y una falda o pantalón amplio con cuadrados negros y blancos con rayas. Tiene la pierna izquierda cruzada sobre la derecha, un libro (se distingue Isabel Allende en el lomo) sobre la rodilla y ambas manos apoyadas en el libro. No se ve a la persona entera, sino desde la altura del pecho (da la impresión de que es una mujer) hasta poco por debajo de la rodilla cruzada. No está centrada, sino que su codo izquierdo se pierde en el lateral de la foto y la mitad derecha de la imagen, por el contrario, está vacía y se ve lo que podría ser una pared, blanca o gris, con un pequeño desnivel, y las líneas que marca la luz, como si estuviera nublado

 ¡Hola!

Este mes ha sido un poco raro. Quizá porque he empezado con un libro bastante largo, que me ha hecho tener la sensación de que no avanzaba. Luego he tenido un momento pánico de "tengo demasiadas cosas empezadas" que me ha llevado a terminar el mes con una mezcolanza de lecturas inesperadas con algunas que tenía en pausa desde hacía tiempo. 

La premisa del Bibliathon era sencilla, escoger dos géneros de tus favoritos y leer de ellos. Así que ha sido fácil. He escogido fantasía y ciencia ficción. Ha habido un par de libros que no han encajado (de los que tenía a medias y me ha dado el venazo de terminar), pero el resto estaban todos dentro. 


Heaven Official's Blessing, de Mo Xiang Tong Xiu (fantasía épica romántica)
Garras y colmillos, de Jo Walton (fantasía victoriana)
Aladdín, un giro inesperado, de Liz Braswell (retelling fantasía)
Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne (ciencia ficción de aventuras)
Las cosas nuestras de cada día, de Charles Panati (enciclopedia, no ficción)
Bajo el metal, de Irene Morales (ciencia ficción)
Popol Vuh. Relato maya del origen del mundo y de la vida, de Miguel Rivera Dorado (mitología)
Los cien sentidos secretos, de Amy Tan (realismo con toques sobrenaturales)
Intimidad improvisada, de Máximo Huerta (costumbrismo)
Las cenizas que quedan, de Andrea Prieto Pérez (road trip en una distopía)

¿Y tú? ¿En qué novelas te has metido esta vez?

P. D.: la imagen es de pixabay.

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Soy Sam y este es mi blog de blablabla Stitch blablablabla libros blablabla no spoilers blablabla... ¡Cotillea a gusto!




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